No se puede comparar la exquisitez de la tinta
a este intento malogrado de carta sin destino.
No obstante, hacía tiempo que nadie
acentuaba
el rojo de las alfombras que transito.
Hacía tiempo que nadie consideraba
nobles
mis pasos o mi locura.
Llamar reina a una hoja caída
se antoja propio de artistas,
de pintores.
Prometo, cómo no, no decepcionarnos.
Y si lo hago...
siempre podrás relegarme
a la inmensidad de un sobre amarillo,
amarillo Neruda.
Sencillamente precioso, creo que me ha fascinado la cadencia y el cómo te desenvuelves con las palabras, como si fueran los recovecos de un origami. Te recomiendo encarecidamente después de leer tu poesía ver la película "El cartero de Pablo Neruda" me da la sensación de que va a gustarte. Un saludo
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