miércoles, 11 de mayo de 2011

*[La ausencia transpira, traspasa y se sustenta]*

Escúchame bien. Sí, tú.
No sé si será el redbull, o la mañana, o la falta de sueño, o el estrés de los finales.
No sé si será que te he recordado mientras soñaba despierta estudiando lo que dijo Marx,
que siempre me ha importado,
pero dejó de hacerlo por el breve segundo que saltaste al vacío de mi olvido.
No sé si será que te he leido la expresión, aquí y ahora, tan lejos de ti. Cuando estás triste,
o cansado,
o lejos de mí.
No sé, no sé qué es, qué será, pero, ¿acaso importa?
¿Acaso importa darme cuenta de que me encanta escribirte,
que escribas,
que te consagres a un sólo ídolo, o dos, o a los músicos y tus santos particulares
que no son más que héroes de una adolescencia mal llevada?
¿Acaso importa leer a un mal escritor o considerarme mejor escritora?
Que no es por superioridad lingüística, óyeme bien,
ni técnica, ni estilística. No.
Pero me enganchas, aún cuando ya estaba lejos, entre el Atlántico y el Pacífico
huyendo a Nueva York,
con tu maldita caña de metal forjado en rareza finjida (o soportada),
desde Sevilla.
Que no es que pueda considerarse tuya, o que tú seas de ella. Que no es el caso.
Escúchame bien, si, tú.
Y que conste que esto es un suicidio social. Pero estoy harta ya, exhausta de buscarme
entre tus líneas,
entre tus gestos (ya no) visibles,
entre tu música disconforme y amorfa.
Estoy harta de buscarme musa en tu escrito.
Es normal que huya, pero, ¿qué hago hablando sóla?
¿Acaso importa que haya dos yo ahora mismo?
¿Acaso importa que uno me diga, no eres tú, ella,
hablas sola
y el otro me susurre en grito que venga ya, por dios,
que te lee a escondidas porque te considera tu igual,
en términos literarios, incluso intelectuales?
Ahí el graso error, sí, tú.
Que somos distintos, porque yo me consagro a esto
pese a riesgo de ser totalmente irresponsable
con lo que me corresponde
y tú sólo sabes hacerlo como una niña adolescente
que canta al amor de toda la que pasa por la acera.
La ausencia transpira, traspasa y se sustenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario