viernes, 31 de enero de 2014

Cíclica. Cíclicos.

Estamos ahorrando cada céntimo, cada cerveza, cada entrada de cine, cada disco ansiado. Estamos ahorrando una vida para poder vivir otra.
Por favor, que sea otra vida muy lejos de aquí.
Últimamente estudiar no tiene sentido, trabajar es un mero trámite para poder huir cuando nos lo permitan. Salir no tiene sentido, gastar no tiene sentido. Escribir no tiene sentido, pero qué demonios.
Hemos puesto nuestros sueños a hibernar para que no se nos rebelen. No estamos para guerras ahora. Los ideales pesan menos con morfina.
Estamos perdiendo el brillo en los ojos, lo notamos.


Hasta que la llama vuelva a arder y devastemos la mierda que nos rodea.

lunes, 20 de enero de 2014

20114

Hoy es el día. Tengo miedo por el futuro y desidia por el presente.

He sangrado el dolor de todos mis amigos

He sentido el horror de las historias de un amigo. Hemos hablado de puertas que dan a habitaciones vacías. De qué esperar. De que nos engañaron y el amor sigue doliendo aunque no seamos adolescentes. 
He llorado su horror junto al de todos mis amigos.
Mis amigos. 
Que nadie toque a mis amigos.

domingo, 12 de enero de 2014

Sería más fácil desnudarme si no acabase de leer a DFW



A veces querría vestir como una bruja y que me siguieran considerando una niña estúpida.
Me gustaría parecer normal y airear secretos tenebrosos. O moverme como si me dieran espasmos, andar tambaleándome, hablar con la voz rota y que me vieran hermosa.
Ser rara, ser muy rara. Y que ellos fueran menos gilipollas.

La pesadilla de ser mujer

- Mi familia irá al infierno porque no me quiere.

¿Que pasaría si la palabra familia fuese un borrón en el diccionario? Un mundo en el que los lazos de sangre no significaran nada. Un mundo en el que dar el pecho se considerase asqueroso, sucio, crudo.
Aldous Huxley ya se hizo una idea en A brave new world, pero habiendo nacido en España pienso que pude pasar por alto algún que otro matiz.

Sería, definitivamente, una liberación. Desde que ser mujer conlleva tener útero estamos casi éticamente obligadas a perpetuar la especie. Y no hablo de instintos ni genética, sino de algo mucho peor. Hablo de la convicción de que tener un hijo es lo mejor que puede pasarle a un ser humano, por encima de cualquier otro acontecimiento de su vida. Me siento un monstruo vehemente al pensar lo contrario. No he sido madre AÚN. Digo aún porque soy mujer y tengo conciencia de que mi destino es ser madre. Es mi peor pesadilla. A día de hoy no puedo decir que no quiero hijos sin sentirme ruin y cruel. El mundo no puede estar equivocado, ¿verdad? Si me voy de este planeta sin haber experimentado la maternidad, me sentiré vacía e incompleta, según todos. Y, sin embargo, no hay nada que me parezca más superfluo que sentir ese pánico a no ser madre aún siendo consciente de no querer serlo por el mero hecho de que existe la norma no escrita de que las mujeres estamos hechas para parir.
Soy joven e inexperta. Me equivocaré, seguramente. Puede que quiera con locura, en la lejanía, tener un bebé. A día de hoy, de forma objetiva, no veo ningún motivo para tenerlo. Quiero ser egoísta y vivir para mí. ¿No es también egoísta la persona que decide ser padre? ¿No están imponiendo la vida a un ser por el simple hecho de querer ser padres?
Nada me atormenta más que saber que si no tengo un hijo me pasaré recriminándome a mí misma dogmas heredados hasta el día de mi muerte.

Dudas. Nervios.

¿Puedes perderte en los ojos de alguien que está a kilómetros de distancia?
¿Puedes olvidar a quien tienes delante de ti?


Me quedan ocho días. Sólo ocho días para saber si seré libre.

jueves, 2 de enero de 2014

Esta ciudad se acaba demasiado pronto

El amarillo es aún mi color preferido
mi armario continúa de luto
las relaciones personales me siguen pareciendo
lo más infructífero
lo más desagradecido
lo más desgarrador
los libros me empiezan a pesar
la sociedad me gasta
la universidad me cansa
me raspa aristas.
Sevilla está ahí
ahogando como siempre
la jaula
más años
menos alegrías
Nada se ha quedado
Todo se ha ido.

Para qué engañarnos,
2013 ha sido un año de mierda.