sábado, 2 de febrero de 2013

*[El pobre niño negro que me mira desde la pantalla]*


Ya no se me derrama la sopa
no se vierte la cuchara al mantel,
el mantel a la cuchara.

Ya no se me descuelga la boca,
no miro horrorizada
ni me planteo que los peores seres vivos
comparten mi raza.

Ojos grandes amarillos
- anemia en cuerpo
anemia en cristalino-
y moscas cagándose en
la mierda,
comiéndose la mierda,
pudriéndose.

Su agua gris y mi caldo espeso.
Mi barriga llena, su vientre hinchado,
sus pies hundidos en la mierda,
en las moscas.

Mi sopa bien, gracias.
Es lo único que importa.
La banalización de la pobreza, no.

Mis ganas de sopa
me imposibilitan derrumbarme
frente al pobre niño que me mira
desde la pantalla.

Luego la noche apremia.
La mosca aletea
en mi oído
zumbando en idiomas que no conozco
y comprendo que la conciencia
existe.