miércoles, 27 de julio de 2011

*[Stop prejuicios]*

¿Has tenido alguna vez el fuego entre tus manos?
Una bola que ardía y ardía
quemando tu piel,
deshilachándola.
Una bola de fuego que pretendía denotar honor y orgullo,
que justificaba valentía.
Una bola de fuego que cuando era soltada
te hacía entender que sólo era dolor,
fuego.
Ni honor ni gloria.
¿Has entendido alguna vez por qué sigues con el fuego entre tus manos?

P.D.:Sigo sin saber qué demonios hacer con mi vida.

Que sea lo que Dios quiera.

3 comentarios:

  1. Me gusta un montón como ha evolucionado tu blog :)
    Escribes mejor que al principio. Te lo digo desde mi tontería, que yo no me considero ningún crítico experto, pero lo veo así, las metáforas son mejores, lo que expresas, me gusta más. Y con tu vida... siempre ha sido difícil decidir que hacer, lo importante es no arrepentirse (aunque estoy seguro de que no necesitas consejos) :)

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias Kailer. Y aquí expertos ninguno, pero para eso estamos. Para leernos, escribirnos y mejorar =)
    Yo le doy mucha importancia a las fechas en las que escribo una y otra cosa, porque me gusta ver la evolución, o al menos intento mejorar.
    Sobre mi vida...ahora más que nunca necesito consejos. Lo de la bola ardiendo es porque muchas veces pensamos que el camino más difícil, lo duro es más honroso, pero sólo si consideras que una cicatriz es digna de enseñarse. Las cosas no deben ser tan complicadas. Aunque en un mundo tan competitivo como el que vivimos puede que sí haya que ir sufriendo sin sentido.

    ResponderEliminar
  3. Pues me reafirmo, por si tenías alguna duda. Es la pura verdad, sigue así :)Últimamente consigues que las cosas lleguen más.
    Hombre, sobre el camino... solemos elegir lo duro, por eso de que es más honroso, pero yo veo más honroso caminar de pie y con porte por un camino menos duro que ir a rastras por el más duro. Cuestión de pareceres. Al final los caminos no se sabe adonde llevan exactamente. E igual para las cicatrices, nos suele perder la vanidad y queremos mostrarlas, pero se puede ser igual sin necesidad de llevar ninguna. Las cicatrices sólo impresionan a los necios. Los demás quiero creer que saben ver más allá.
    Y sufrir, para nada. No merece la pena. Resignarse no es nada pragmático.
    Sobre los consejos; yo no me veo nada apropiado dando consejos, porque debería empezar por mí el primero y dar ejemplo, pero siempre dicen que es más fácil darlos cuando no eres tú el que los necesita. Así que si me ves capaz de darte alguno pregúntame :)

    ResponderEliminar