- La situación no juega a tu favor, preciosa- le dijo barajando las cartas y mirándole al escote.
- Tengo un as bajo la manga.
- No creo que te sirvan tus ases de corazones ahora.
- Hablaba del as de copas- respondió girándose sobre sí misma en el taburete y llamando al camarero.- Un whisky solo, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario