domingo, 14 de agosto de 2011

*[The Beasts' Carnival]*

- No entres.

...

- Perdona, con esto no quiero decir que no me lo pase bien, que no esté agusto. Es cómodo, ¿sabes?
- Sí, lo sé.
- Es difícil explicarlo.
- Sobre todo si una puerta nos separa.

Abrió lentamente, mientras él la esperaba sentado en el suelo. Cuando sus ojos se encontraron él entró corriendo al baño a vomitar.

- Prefería que no me hubieses visto así- dijo la chica apoyada en el marco de la puerta, desnuda.

Tenía la cara llena de hongos y las extremidades le habían desaparecido, formando bloques macizos. Del pecho le nacían brotes orgánicos a modo de raíces.

- Así que por eso huías- intentaba reprocharle él a la vez que se recuperaba de las arcadas.
- Tienes que irte.
- Sigo sin entender qué demonios pretendes con ésto.

La chica suspiró y, sin atreverse a acercarse al chico, le dejó una entrada en el lavabo, para posteriormente salir de la habitación dejando a su paso una deleznable mancha parda que pringaba el suelo.

The Beasts' Carnival

Se acercó la misma tarde al lugar indicado a la hora indicada. Después de contemplar atónito y aterrorizado un desfile de mutantes, a cual más asqueroso, comiéndose entre ellos, pudo ver a la chica árbol plantarse en el medio de la masacre con deliberada tranquilidad. Una vez se situó en el centro del escenario esperó a que una a una toda la jauría de alimañas le devorasen. No obstante, todas salían despavoridas en el mismo momento que sus lenguas rozaban la piel de la joven.
Él, mudo de miedo, asco y pavor no supo hacer nada. No hizo nada. Se quedó estancado en un asiento sucio mientras el amor de su vida, o lo que quedaba de su humanidad, era masacrado, abucheado, ultrajado, vilipendiado.
Cuando la función terminó no encontró fuerzas para salir de aquella sala. Tenía el cuerpo paralizado, sin embargo su mente actuaba veloz buscando una y otra vez las semejanzas que aquel ser podía tener con lo que recordaba de ella.

- Aquí son carnívoros, no hervíboros- le sobresaltó ella, que sigilosamente se había sentado en el último asiento de la fila.

Giró la cabeza con prudencia, pero no pudo aguantar la fatiga al verla y corrió dejando atrás aquella absurda pesadilla, aquella repugnante chica.

Pasaron dos noches en las que su conciencia le hizo ver cuánto la había denigrado.
Volvió a la semana, con las ideas más claras y un esquema trazado en la cabeza sobre cómo salvarla de aquel mundo y demostrarle que ella era mucho más que hongos y savia. Que pese a todo, para él seguía siendo la misma.
La niebla impregnaba la noche que fue a buscarla. La niebla impregnaba la noche que entró en el circo y se sentó a observar el espectáculo por segunda vez. Al ver que el show no comenzaba, se acercó al escenario, tropezándose en el camino con un brazo de bestia, con uñas largas como garras. En la mitad del camino una cabeza mantenía su mueca de terror. Al final, un cuerpo despedazado se hallaba abierto en canal por la mitad. La matanza había llegado a su fin. Todo el circo estaba impreso por el líquido marrón que ella emanaba, pero su rastro se perdía al adentrarse en el bosque.

La niebla impregnaba la noche que decidió suicidarse, colgado de un árbol.
La niebla impregnaba la noche que su cuerpo, después de haber expirado su último aliento, fue devorado por un árbol.







15-11-2007

2 comentarios:

  1. Será algo macabro...Pero me encanta ! I love It!

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  2. La escribí hace ya unos años, sí. Por eso lo macabro, era en mi época más dark ._.
    La encontré ayer, bueno...hoy, que me acabo de despertar ^^'
    En fin, me alegro que te guste =)
    Ya iré subiendo cosas más antiguas de estas que te molan =P

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