viernes, 14 de enero de 2011

*[Caos]*

Preciosa, mírame.
No me tengas miedo,
largo es el profundo lamento
que desgarra la ciudad.
 Late con fiereza.
Lame el mar.
Limpia el momento
y vuelve a andar.

Rompe el lirio, el girasol.
Y con pasos hirientes,
sígueme, muerte.
Aquí estoy inerte,
sin vida ni son.

Profundo hedor de alcantarillas,
suave brisa que se arrima,
pudriendo el rededor
y lastima,
llorando al edredón.
Mucho asfalto y poca acera,
caminando a mi vera,
el temor del sol:
nubes de primavera,
regándome tardía,
prometiéndome alegría...

Veneno de amoniaco,
navajas y tabaco
causan menos dolor
que esta Melancolía.

Rima libre o verso par
o el alma descompasada
llegasen a trasladar
el honor o la gloria
de esta fracasada
y mi historia
viene igual a dar.

Que me escuche un gorrión,
un transeúnte de margarina
o el shampú de camomila,
que aquí sigue el corazón
como un ojo sin pupila,
como un morado sin lila,
ahogado en quemazón.
 Hilarante el suspiro
y sin dormir tranquilo
me arranco aquel mechón
que no es más que el arañón
que me hice anoche
con duda y reproche
de aquel amable colchón.

Dame trigo y patatas
que en mi huerta plantaré
de todo menos flores
que no se pueden comer
y causan dolores
y patadas por placer.

O cuchillos y tambores.
Cuando amanezca oiré
el rechinar espeluznante
no más frío ni tajante
que tus versos de amores
falsos con rencores,
que me dijiste ayer.

/Marzo/2009/

1 comentario:

  1. Es de las mejores cosas que te he leído. Cuando tengas ocasión, me gustaría comentarlo contigo.

    ResponderEliminar