viernes, 14 de octubre de 2011

*[Las cosas por su nombre]*

El poeta llama a las cosas por su nombre.
Él no quería decir eso...
quería tal vez luz sin esquinas
fama sin espinas
quedarse traspuesto,
tal cual.
El poeta llama escritor al que escribe
aunque sea por la pena
de considerarse analfabeto.
El poeta llama al del lapicero
pintor
y rastreador al perro.
Él no quería decir eso...
pero quería decirlo todo
y llamar a las cosas
por lo que pensaba que eran.
Pero era poeta y tenía que pintar
la gramática de azul macarra,
de verde pera,
del rojo de las rosas.
Tocar madera
con los malos presagios
y escupirle a las golondrinas
por pintar de negro la acera.
El poeta llama a las cosas
por lo que las cosas
querrían que fueran.
Que las cosas no son nada
y el poeta,
sin ellas,
nada queda.

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